martes, 7 de agosto de 2012

RECUERDO DE HORACIO HIDROVO








 Poetas invitados al Encuentro Poético "La Flor de Septiembre" en Manabí, en 2007.


Horacio Hidrovo, el poeta esencial de Manabí, se nos fue el 8 de junio de este año 2012.  A más de poeta fue un notable promotor cultural, que le regaló a su provincia y al Ecuador entero ese maravilloso espacio anual de culto a la poesía que fue el Festival "La Flor de Septiembre".  Por este medio, Horacio vinculó a los poetas del continente y los hizo vivir el encanto de la palabra poética compartida con el pueblo, difundida a viva voz, anunciada como un signo entrañable de humanidad. 

Horacio fue el heredero de una saga poética que iniciara su padre y homónimo, el gran vate Horacio Hidrovo Velásquez, que lo inició en el arte de la poesía, pero contra cuya enorme sombra tuvo que  luchar para construir su propia imagen y estatura literaria.

Todavía me acuerdo del cariño con el que nos recibió en Manabí para uno de esos Encuentros inolvidables de poesía, cuando nos hizo pasear por varios pueblos, en los que nos vitoreaban como a héroes de alguna batalla inenarrable. Recuerdo las banderitas tricolores, danzarinas, con las que las niñas de una escuelita de Santa Ana nos recibieron, en una mañana cálida y profundamente soleada. 

Las gentes de esos pueblos tenían curiosidad por escucharnos y nosotros teníamos un ansia de conocer esos hermosos parajes, esa gente sencilla y afectuosa. Ese encuentro de poetas tuvo un sabor dulce y maravilloso. Nos hizo sentir como hermanos y hermanas de una misma congregación fraterna. Y es que él era un ser amistoso, generoso, profundamente humano y humanista. De modo, que ahora estará en el Oriente eterno desgajando poemas entre otros poetas que se le adelantaron en el viaje.

Un abrazo a la distancia para todos/as los que estuvimos allí en Manabí y tuvimos la suerte de conocerlo y quererlo.

Jenny Londoño, Quito, Ecuador.





Aquí estamos en una soleada mañana de verano en Manabí, de derecha a izquierda: Jenny Londoño, Horacio Hidrovo y Graciela Rincón.



A CANTAR MANABÍES Y LUCEROS


"Horacio Hidrovo Peñaherrera poeta manabita de significación universal, periodista distinguido, nacido en Santa Ana-Manabí, ciudad acogedora y generosa como sus hijos, ciudad en donde en un desborde de bondad y en un Encuentro Internacional de Escritores- si mal no recuerdo del 2007-, cedió una propiedad de su montaña para los poetas que quisiesen pasar por esos lares y a los que ansiaran regresar.

Horacio es de Santa Ana pero vivió e hizo su vida en la cálida ciudad de Portoviejo Capital manabita, la que le brinda el calor y la pujanza para como profesor del Colegio Olmedo realizar por varios años el muy recordado evento “LA FLOR DE SEPTIEMBRE”.

Catedrático de Literatura en la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manta y luego, por su méritos, Director del Departamento de Cultura, de la citada Entidad, misma, que sin pensar dos veces apoya sus proyectos , eventos calificados y muy bien organizados que nos llevaba por doce o más ciudades en recorrido itinerante de recitales, conferencias y exposiciones pictóricas, a la par que las ciudades se endomingaban de cultura, de poemas y de voces nacionales e internacionales, los visitantes, profundizábamos en el conocimiento de estas tierras generosas y pujantes, sus frutos, sus habitantes, su gastronomía y esa camaradería y la hermandad que nacía entre los poetas asistentes.

Y así, como Horacio heredó el genio poético de su afamado padre, a Horacio Hidrovo Velázquez, se le reconoció también como excelente Propulsor Cultural, actividad que amaba, con la finalidad de que conocieran y admiraran la tierra que lo vio nacer. Año tras año nos invitaba a su Convite de Cultura, de poesía de amistad para contaminarnos de alegría, para gritar que la Poesía y el arte une a los pueblos. Y esta es, una de las múltiples razones por la que se hizo acreedor a varios Reconocimientos Nacionales e Internacionales, siendo los más destacados: el Premio Benjamín Carrión, El Ismael Pérez Pazmiño, Un doctorado Honoris–Causa, Medalla de Oro de CADELPO- Lima Perú y numerosos más.

Sus poemarios no fueron muchos, pero contundentes y hermosos destacando el amor a la naturaleza y el Amor al Amor, los libros “La Montaña” “Vivir en el amor", y "Los Trenes de la Infancia", e innumerables poemas sueltos que fueron editados en diarios y revistas y que llegaban al lector con la fuerza de un escritor para erizar el sentimiento.

Y allí lo vemos en su “faro" iluminando pescadoras naves y olas dormitando sus sueños junto al cansancio de los mares, ni la “red” ya destrozada perforó el arena de sus huellas, ni las gaviotas que aleteaban su paso le dejaron de amar, porque “Los pájaros son hijos del viento” y “La montaña” queda triste , abatida por su recuerdo, porque “No más allá de los maizales” esperaba a su amada cerca del jolgorio de las garzas, bajo la sombra de la infancia cuyo tren tomó nuevos andenes a otro rumbo.

Se nos ha ido HORACIO a buscar otro sol, a encender otra luna en el espacio, a tejer esperanzas en el viento, a cantar “MANABÍES” y luceros bajo el amparo tibio de los cañadulzales..."



Marietta Cuesta Rodríguez
Cuenca-Ecuador

No hay comentarios: